lunes, 6 de diciembre de 2010

GRECIA


EL MITO DE LA CAVERNA

 Mito con el que Platón describe nuestra situación respecto del conocimiento: al igual que los prisioneros de la caverna que sólo ven las sombras de los objetos, nosotros vivimos en la ignorancia cuando nuestras preocupaciones se refieren al mundo que se ofrece a los sentidos. Sólo la filosofía puede liberarnos y permitirnos salir de la caverna al mundo verdadero o Mundo de las Ideas.

 DESCRIPCIÓN DE LA SITUACIÓN DE LOS PRISIONEROS

 Nos pide Platón imaginar que nosotros somos como unos prisioneros que habitan una caverna subterránea. Estos prisioneros desde niños están encadenados e inmóviles de tal modo que sólo pueden mirar y ver el fondo de la estancia. Detrás de ellos y en un plano más elevado hay un fuego que la ilumina; entre el fuego y los prisioneros hay un camino más alto al borde del cual se encuentra una pared o tabique, como el biombo que los titiriteros levantan delante del público para mostrar, por encima de él, los muñecos. Por el camino desfilan unos individuos, algunos de los cuales hablan, portando unas esculturas que representan distintos objetos: unos figuras de animales, otros de árboles y objetos artificiales, etc. Dado que entre los individuos que pasean por el camino y los prisioneros se encuentra la pared, sobre el fondo sólo se proyectan las sombras de los objetos portados por dichos individuos.
 En esta situación los prisioneros creerían que las sombras que ven y el eco de las voces que oyen son la realidad.
PROCESO DE LIBERACIÓN DEL CAUTIVO

    A. Subida 

        1. En el mundo subterráneo.
Supongamos, dice Platón, que a uno de los prisioneros, “de acuerdo con su naturaleza” le liberásemos y obligásemos a levantarse, volver hacia la luz y mirar hacia el otro lado de la caverna. El prisionero sería incapaz de percibir las cosas cuyas sombras había visto antes. Se encontraría confuso y creería que las sombras que antes percibía son más verdaderas o reales que las cosas que ahora ve. Si se le forzara a mirar hacia la luz misma le dolerían los ojos y trataría de volver su mirada hacia los objetos antes percibidos.
        2. En el mundo exterior.
              Si a la fuerza se le arrastrara hacia el exterior sentiría dolor y, acostumbrado a la oscuridad, no podría percibir nada. En el mundo exterior le sería más fácil mirar primero las sombras, después los reflejos de los hombres y de los objetos en el agua, luego los hombres y los objetos mismos. A continuación contemplaría de noche lo que hay en el cielo y la luz de los astros y la luna. Finalmente percibiría el sol, pero no en imágenes sino en sí y por sí. Después de esto concluiría, con respecto al sol, que es lo que produce las estaciones y los años, que gobierna todo en el ámbito visible y que de algún modo es causa de las cosas que ellos habían visto.
              Al recordar su antigua morada, la sabiduría allí existente y a sus compañeros de cautiverio, se sentiría feliz y los compadecería. En el mundo subterráneo los prisioneros se dan honores y elogios unos a otros, y recompensas a aquel que percibe con más agudeza las sombras, al que mejor recuerda el orden en la sucesión de la sombras y al que es capaz de adivinar las que van a pasar. Esa vida le parecería insoportable.

    B. Regreso al mundo subterráneo, exigencia moral de ayuda a sus compañeros.

        1. Confusión vital por la oscuridad de la caverna.
              Si descendiera y ocupara de nuevo su asiento tendría ofuscados los ojos por las tinieblas, sería incapaz de discriminar las sombras, los demás lo harían mejor que él, se reirían de él y dirían que por haber subido hasta lo alto se le han estropeado los ojos y que no vale la pena marchar hacia arriba.
        2. Burla y persecución.
              Si intentase desatarlos y conducirlos hacia la luz se burlarían de él, lo perseguirían y lo matarían.


EL MITO DE SÍSIFO
En la mitología griega, Sísifo fue fundador y rey de Éfira (nombre antiguo de Corinto). Era hijo de Eolo y Enarete, y marido de Mérope. De acuerdo con algunas fuentes (posteriores), fue el padre de Odiseo con Anticlea, antes de que ésta se casase con su último marido, Laertes.
Fue el padre, con Mérope, del dios marino Glauco. Se decía que había fundado los Juegos Ístmicos en honor a Melicertes, cuyo cuerpo había encontrado tendido en la playa del istmo de Corinto.

El mito de Sísifo es un ensayo filosófico deLbert Camus, originalmente publicado en francés en 1942 . El ensayo se abre con la siguiente cita de Píndaro:

No te afanes, alma mía, por una vida inmortal, sino que apura el recurso hacedero.

El título del ensayo proviene de un atribulado personaje de la mitología griega . En él, Camus discute la cuestión del suicidio y el valor de la vida, presentando el mito de Sísifo como metáfora del esfuerzo inútil e incesante del hombre moderno, que consume su vida en fábricas y oficinas sórdidas y deshumanizadas.

De esta forma planea la filosofía del absurdo, que mantiene que nuestras vidas son insignificantes y no tienen más valor que el de lo que creamos. Siendo el mundo tan fútil, Camus pregunta, ¿qué alternativa hay al suicidio? El ensayo se inicia: No hay sino un problema filosófico realmente serio: el suicidio.

Sísifo, dentro de la mitología griega, como Prometeo, hizo enfadar a los dioses por su extraordinaria astucia. Como castigo, fue condenado a perder la vista y empujar perpetuamente un peñasco gigante montaña arriba hasta la cima, sólo para que volviese a caer rodando hasta el valle, y así indefinidamente.

Camus desarrolla la idea del "hombre absurdo", o con una "sensibilidad absurda". Es aquél que se muestra perpetuamente consciente de la completa inutilidad de su vida. Ésta, afirma, es la única alternativa aceptable al injustificable salto de fe que constituye la base de todas las religiones (e incluso del existencialismo, que por tanto Camus no aceptaba completamente). Aprovechándose de numerosas fuentes filosóficas y literarias, y particularmente de Dostoievski, Camus describe el progreso histórico de la conciencia del absurdo y concluye que Sísifo es el héroe absurdo definitivo.

En su ensayo, Camus afirma que Sísifo experimenta la libertad durante un breve instante, cuando ha terminado de empujar el peñasco y aún no tiene que comenzar de nuevo abajo. En ese punto, Camus sentía que Sísifo, a pesar de ser ciego, sabía que las vistas del paisaje estaban ahí y debía haberlo encontrado edificante: "Uno debe imaginar feliz a Sísifo", declara, por lo que aparentemente lo salva de su destino suicida.

La obra se cierra con un apéndice sobre la obra de Franz Kafka, interpretada finalmente de manera similar, en términos de un esteticismo, a su modo, esperanzador.







EL ARTE SEGÚN PLATÓN

Si el arte no es fiel reflejo de la Forma verdadera para Platón no vale nada porque no sirve a los efectos de la educación.
De esta manera define el arte Platón, como una simple imitación de la Verdad cuando es bueno y como una doble imitación, cuando copia la realidad que el artista percibe, que a su vez Platón considera que es una copia de la Forma verdadera.

Para Platón el arte es de la Forma una imitación y la educación es su función
Para Platón el arte es una imitación, el artista copia lo que percibe que a la vez es una imitación de la Forma verdadera. De manera que un artista está alejado dos veces de la Verdad.

Platón valoraba las obras artísticas del hombre, como las pinturas y las esculturas, pero su interés por la Verdad lo llevaba a menospreciar el trabajo artístico.
En lo que se refiere a la pintura señalaba
que un pintor se limita a ver nada más que lo que percibe desde un solo punto de vista, el de él, que está lejos de lo Verdadero.
Con respecto a la música, nos dice que produce solamente una sensación física de goce , considerando que sólo se puede considerar como buena música a la que imita el bien, porque también en la música hay que buscar la Verdad y no quedarse solo con lo que la sensibilidad disfruta.
Por lo tanto, tanto la música como la pintura son copias de la Forma siempre que sean reproducidas de la mejor manera posible.

A pesar de este concepto sobre el arte, Platón veía con buenos ojos que el Estado diera lugar al arte no solo para educar sino también para el sano esparcimiento.
Un buen crítico sería, para este filósofo, aquel que tiene conocimiento de la Verdad para poder evaluar con justicia si esa imitación es fiel a ella, más que prestar atención a la calidad de su ejecución, o a los sonidos.

Una obra artística revela la imaginación creadora de un artista, en cuanto a que es imitación de la Verdad, para conmover emocionalmente al público.
En este sentido afirmaba que hay que tener cuidado porque las emociones del hombre pueden ser beneficiosas pero también dañinas.
Esta concepción de Platón sobre el carácter imitativo del arte, evoca los dichos de Mozart, quien afirmaba no tener la necesidad de hacer ningún esfuerzo para crear su música porque podía captar la totalidad de la obra, en un solo instante como si en su momento creativo estuviera fuera del tiempo.

Beethoven era sordo, discapacidad que a un compositor, se puede suponer, debería inhabilitarlo para crear música, sin embargo, sin poder escuchar absolutamente nada, pudo componer sus mejores obras. Decía que las escuchaba en su mente.
Sin embargo, Platón reconocía que el arte ocupaba un lugar singular en la actividad del hombre que según su punto de vista no se tenía que reducir a la contemplación estética sino que debería estar al servicio de la educación y la moral.
Platón no acepta de ningún modo la opinión de la gente común de que el objetivo del arte sea proporcionar placer, sin por eso querer desdeñar complacerse con la satisfacción que produce.

En el estado ideal Platón propone un estricto control y una censura rigurosa del arte en cuanto se refiere a las expresiones que no tengan en cuenta los valores morales.






EL ARTE SEGÚN ARISTÓTELES

El concepto del arte

El concepto fundamental que en la antigüedad delimitaba el alcance de la estética o bien el concepto de la belleza o bien el del arte.
No fue un concepto nuevo ni originalmente suyo. Asumió la concepción corriente, es decir, conservo la idea del arte de la cual los griegos se servían de modo intuitivo, y la definió convirtiéndola en un verdadero concepto.
El arte es una actividad humana, lo cual lo distingue de la naturaleza; los productos del arte, son contingentes, mientras que los de la naturaleza son de necesidad.
Hay tres tipos de actividad humana, la investigación, la actuación y la producción. El arte es una producción, y solo es arte, una producción consciente, basada en el conocimiento.
La producción basada sobre el instinto, sobre la experiencia o sobre la practica, no es arte; solamente quien conoce los medios y los fines de la producción esta en la capacidad de dominar el arte a fondo. La capacidad de producir es una habilidad.
El significado básico de la palabra techne, consistía en las habilidades del productor, en el arte medieval se refería al conocimiento en si mismo, mientras que en el concepto de arte ya se tiene el producto.

Los rasgos del concepto de arte son: dinámicos; tiene un factor intelectual en el arte, no habiendo arte sin reglas generales; concebía el arte como un proceso psico-físico, contraponiéndolo a la naturaleza. La contraposición entre arte y naturaleza no estaba muy clara, ya que el filosofo estaba firmemente convencido de que el arte aspira siempre a un fin, del mismo modo que lo hace también la naturaleza, siendo esta finalidad un elemento que los acerca.
Al determinar el arte en tanto que habilidad, lo asemejo a la ciencia; la ciencia atañe a la existencia y el arte a la creación. El arte como habilidad borraba la frontera entre arte y ciencia. El arte puede hoy carecer de reglas con tal de que el producto sea satisfactorio.
La relación entre el arte y la materia de que se sirve, así como entre el arte y las que son sus condiciones: el arte necesita siempre de la materia, pero se sirve de diferentes formas; el arte cambia la forma de la materia.
Las condiciones fundamentales del arte son: el conocimiento, la eficiencia, y las capacidades innatas; ha de ser un conocimiento general que incluye las reglas de comportamiento, y que se adquiere mediante una generalización de experiencias. La habilidad se obtiene con la práctica, con lo que el arte puede y debe ser aprendido.

Las artes imitativas

Artes como la poesía, la escultura o la música, no siendo artes útiles, tampoco están al servicio exclusivo del placer.

En su división de las artes, pone como punto de partida la relación entre arte y naturaleza. El arte, imita o realiza lo que la naturaleza es incapaz de hacer por si sola. La imitación fue uno de los conceptos principales de su teoría, y la base de su división artística. La imitación es para el hombre una actividad natural, basada en sus tendencias innatas y que le proporciona satisfacción.
El concepto de imitación en el arte
No lo concebía como el mero hecho de copiar; el artista al imitar la realidad, la puede presentar no solo tal y como es sino que también puede embellecer o afear.
La teoría aristotélica de la imitación se aparta también del naturalismo al exigir que el arte represente únicamente las cosas y acontecimientos que tienen un significado general y que son típicos.
Aristóteles sostiene que el arte representa sobre todo lo preciso. En una obra de arte no son importantes los objetos particulares que el artista imita sino el nuevo conjunto que con ellos crea. Dicho conjunto no se evalúa comparándolo con la realidad sino tomando en cuenta su estructura interna y su resultado.
Los pitagóricos entendían la imitación como presentación de las experiencias vividas. El filósofo hablo de la mimesis sobre todo respecto a la teoría de la tragedia y la entendía como la actividad del mimo, del actor; el actor puede valerse de la realidad y tomar ejemplo de ella.
Al hablar de los medios de imitación, A. enumera el ritmo, la armonía, y la palabra. En la teoría pitagórica, la mimesis significaba expresión de experiencias internas (o sea, del carácter, al decir de los antiguos) y su campo principal era la música. Según Democrito, significaba tomar ejemplo de las obras de la naturaleza; para P., imitación significaba imitación de las cosas externas en la poesía, en la pintura y la escultura; en la música seguía significando la expresión de experiencias y caracteres.
Para A. la imitación era un rasgo fundamental de la poesía; el arte tenia para el dos aspectos, ambos expresados con la voz mimesis (representación de la realidad y libre expresión).
La diferencia entre las artes imitativas son: en la poesía lo característico es el hecho de imitar, radicando la esencia en la expresión de sentimientos.

El arte y la poesía 

Las artes imitativas eran la poesía, la música y las artes plásticas. Se había vencido el dualismo griego entre el arte y la poesía; lo bueno era lo que se hacia mediante el talento, la habilidad y el ejercicio.
La antigua posición entre la poesía y el arte se convirtió en una distinción entre dos tipos de poetas y artistas: los que se guían por su talento innato y los que escriben bajo el impulso de la inspiración.

Las diferencias entre las artes 

Se distinguen por los medios que utilizan, o bien por los objetos o por la manera de imitar. Desde el punto de vista de los objetos, unas representaciones eran como son, otras mejor de cómo son y otras peor.
El arte se dividía en dos extremos: el noble y el vulgar/ la tragedia y la comedia. En el arte literario había un dualismo propio del arte épico así como del dramático, las distintas voces.
La purificación junto con la imitación, tiene un valor estético general, ya que definen el objetivo y la influencia del arte.
A través de la acción escénica, el espectador se desprende de ese exceso emotivo que le perturba y alcanza la paz interior.
La combinación de catarsis con mimesis, de purificación con imitación, provenía de los ritos religiosos y de la interpretación pitagórica del arte. Otra interpretación es la de la purificación de los sentimientos mediante la liberación que concibió como un proceso natural, psicológico y biológico.
Conforme a los conceptos órficos y pitagóricos, la catarsis se realizaba mediante la música; distingue varias tonalidades: la ética, la práctica y la entusiastita. Los efectos catárticos los observo sobre todo en la poesía, no encontrándose en Aristóteles ninguna mención de que las artes plásticas pudieran producir semejantes efectos. Aisló entre las artes imitativas el grupo de artes catárticas a las cuales pertenecían la poesía, la música y la danza.

BIBLIOGRAFÍA:









No hay comentarios:

Publicar un comentario